Uno de los grandes dilemas cuando tenemos un perro, ya sea un bulldog francés o cualquier otra raza de perro, es elegir el tipo de bozal que vas a necesitar. Aunque no es un perro peligroso, existen sitios y países que hacen que haga añadir este accesorio en la bolsa de tu mascota, ya que te ayudará a proteger a tu perro y a evitar situaciones de peligro (por lo tanto, a educarle).
Hay muchos diseños diferentes, y es muy importante elegirlo bien, ya que no todos los perros son iguales y cada uno necesitará el que más se adecue a él, tanto por tamaño como por fuerza. Por eso desde Frenchiemania te vamos a enseñar cómo elegir el mejor bozal para tu perro. Un bozal, al fin y al cabo, es un accesorio para perros de metal, plástico o cuero utilizado para no permitir que muerda o coma cosas, además de para ayudar a entrenarlo y educarlo.
Este accesorio rodea el hocico del perro, permitiéndole que respire. Hay bozales para una gran cantidad de animales pero haremos énfasis en los bozales para perros. Una de las principales dudas que se tienen a la hora de comprar o adoptar a un perro es elegir el collar y la correa, pero también el bozal que, ya que hay muchos tipos de bozales y cada uno tiene sus características, y lo que funciona bien en un perro pequeño, quizás le incomode a un pero grande.
Por ello, vamos a verlos uno por uno. Hemos de adelantar que algunos bozales parecen estar diseñados por maltratadores de animales en vez de por personas cuerdas, por lo que los citaremos, pero no los recomendaremos en absoluto. Todos los demás podrás usarlos diariamente con tu bulldog francés o con cualquier otro perro para dar paseos o educar.
Claves para elegir, colocar y comprar un bozal para tu perro
#1 Conoce los tipos de bozales para perros
Bozales de Tela o Tubo
Como su nombre indice, son bozales para perros fabricados con tela, aunque no es el único material con el que se puede fabricar este tipo de bozal (también se usa nailon o cuero). Se recomienda su uso en períodos de tiempo cortos y siempre bajo la rigurosa supervisión de una persona. Por ejemplo, para salidas rápidas con tu amigo canino para ir al veterinario o a por el pan. Este bozal cubre todo el hocico de tu perro limitándole acciones como ladrar, morder, jadear o beber.
Es un bozal que no se suele recomendar, ya que tiene la desventaja de no permitirle al perro jadear. Como sabrás, es algo que haces los perros para enfriarse o refrigerarse y permiten que el calor abandone su cuerpo (este tema en el bulldog francés es crítico). Es por este tema por lo que se recomienda que, si se utiliza, se haga en períodos cortos de tiempo y no se recomienda su utilización (bajo ningún concepto) en ningún tipo de actividad física.
Este tipo de bozal no está recomendado en perros que sean braquicéfalos, ya que les dificulta su forma de respirar. Además, en España, la reciente Ordenanza sobre Tenencia de Animales, prohíbe su uso, así como el uso de cualquier bozal que impida al perro abrir la boca en su interior. Si decides usarlo, que sea bajo tu propia responsabilidad.
Precio: Desde 8,13 € (aprox).
Bozales de Cesta o Baskerville
Los bozales de cesta, suelen ser de plástico, metal o cuero. Tienen la característica de tapar por completo la boca del perro, incluso por delante: impiden así que el perro muerda pero no le impiden que abra la boca, jadee, beba, coma premios en comida. De hecho, a pesar de que muchas personas rechacen este tipo de bozal debido al aspecto de peligrosidad que confiere al perro, los bozales de cesta son más cómodos y seguros de llevar que los bozales de tela y se pueden utilizar durante períodos de tiempo más prolongados. También hay bozales que parecen sacados de una astronave espacial pero su uso queda limitado a las clínicas veterinarias y a las peluquerías caninas.
Estos bozales para perros suelen ser fabricados de plástico, metal o cuero. Se recomiendo su uso en perros de raza peligrosa (que la ley obliga a utilizar), ya que estos perros suelen ser más agresivos que los pequeños. También se recomienda que los utilicen animales que le tengan miedo a las personas (ya que nunca sabes cómo puede reaccionar) y perros que coman en exceso.
Este bozal permite al perro realizar dos de sus actividades corporales más importantes como lo son jadear y comer (a diferencia de los bozales de tela). Al fin y al cabo, hace lo que se le pide, impedir morder y ladrar al perro.
La ley pide a las compañías que fabrican estos accesorios que deben tener una superficie acolchada, la cual sirva de colchón para no lastimar el hocico del perro.
Precio: Desde 16,80 € (aprox).
El collar de cabeza ¿Es un bozal?
Es frecuente constatar entre los propietarios de perro una confusión sobre un collar especial, llamado collar de cabeza, que muchas personas confunden con un bozal. El collar de cabeza es una herramienta que ayuda a enseñar al perro a no tirar de la correa y se caracteriza por tener un asa de nailon que pasa alrededor del cuello del perro y otra que pasa alrededor de su hocico y que lleva el enganche de la correa.
A pesar de su parecido con un bozal de tela, el collar de cabeza no impide al perro abrir la boca, jadear, ladrar, comer, beber y por supuesto, tampoco le impide morder. Así que no vale utilizarlo en las situaciones donde es obligatorio poner un bozal al perro.
Hay muchas personas que dudan de si un collar de cabeza es un bozal. La respuesta es no, no es un bozal. El principal objetivo de este collar de cabeza es no dejar que el perro muerda y dañe la correa. Por el contrario, el objetivo del bozal para perros es evitar que el perro muerda, ladre, beba o coma cosas. De hecho, no se recomienda que tu perro utilice un bozal y un collar de cabeza al mismo tiempo, ya que con el bozal todas las necesidades se cumplen (normalmente se pide es el uso obligatorio de bozal, ya que es más seguro que el collar de cabeza).
#2 Cómo elegir el bozal adecuado para tu perro
Para elegir correctamente un bozal para tu mascota, tienes que pensar en las características de tu perro y, sobre todo, en su tamaño y en la forma del hocico. Un bozal demasiado grande podría no ajustarse a su hocico y el perro podría quitárselo fácilmente (Por esto es importante llevar al perro a la tienda de animales y poder así elegir el tamaño de bozal más adecuado). La mayoría de bozales están pensados para perros de hocico alargado.
Cómo elegir bozales para perros con el morro aplanado o corto
¿Cómo se sostiene el bozal en estos perros? Para perros braquicéfalos, como nuestro queridos bulldog francés, existen bozales especiales adaptados a la forma de su hocico y que además de tener dos cintas que pasan debajo de las orejas y se cierran en la nuca del perro, poseen una tira que pasa en la frente del perro y que se conecta a las cintas traseras. Los 10 puntos que nos ayudarán a tener un uso correcto del bozal. Eso sí, no hay que:
- Utilizarlo sin haber habituado antes al perro a llevarlo: lo más probable es que el perro perciba el bozal como una molestia y su percepción del bozal vaya empeorando cada vez que se le coloca a la fuerza. Cuando las malas experiencias se repiten, los perros pueden intentar escapar o llegar a defenderse de forma agresiva cuando ven que el propietario está a punto de ponerle el bozal.
- Utilizar los bozales de tubo de forma prolongada: además de ser prohibido su uso en algunos municipios, utilizarlos durante más que unos pocos minutos seguidos puede ser perjudicial para el perro.
- Utilizarlo solo como medida excepcional en los momentos críticos: el perro acaba asociando el bozal con algo desagradable y se hace más complicado utilizarlo más adelante. Llevar el bozal debería ser una actividad normal para el perro, así que se debería introducir en la rutina diaria del perro y ponérselo de vez en cuando incluso cuando no necesita llevarlo (Ej. solo durante la visita veterinaria o solo durante otra situación desagradable)
- Utilizar el bozal para resolver un problema de miedo o agresividad sin hacer ningún ejercicio especifico para cambiar la percepción que el perro tiene del estímulo que provoca la reacción de miedo o de agresividad. Si se utiliza simplemente como herramienta prevenir mordidas, lo más probable es que el problema de conducta empeore. En cambio, si se utiliza como medida de seguridad dentro de un plan de modificación de conducta, es una ayuda preciosa para trabajar en seguridad.
- Utilizar el bozal para conseguir que dos perros dejen de pelearse. Los perros se pueden pelear y hacer daño incluso teniendo el bozal puesto y el conflicto que tienen no solo puede seguir estando sino que puede empeorar. En cambio el bozal se puede utilizar como medida de seguridad mientras se realizan ejercicios para que los perros cambien la mala percepción que cada uno tiene del otro.
- Utilizarlo para evitar que el perro realice destrozos cuando se queda solo en casa: tanto si se trata de un problema de ansiedad por separación como si son destrozos relacionados con una falta de estimulación ambiental, el bozal no resuelve el problema y podría incluso empeorarlo. Además el perro podría hacerse daño al intentar quitarse el bozal o acabar realizando otros comportamientos problemáticos.
- Utilizarlo para evitar que el perro ladre: los ladridos excesivos pueden tener muchas explicaciones y a menudo se relacionan con problemas de ansiedad. Dejar al perro con el bozal puesto para que no ladre no resuelve y puede incluso empeorar el problema que provoca el ladrido. Si el perro tiene un problema de ladrido excesivo es fundamental identificar el origen del problema y solucionarlo.
- Utilizarlo para castigar al perro: el uso de bozal para castigar al perro, junto con otras técnicas que se basan en la manipulación física y en la confrontación directa para modificar el comportamiento del perro, puede provocar reacciones agresivas (Herron et al., 2009). En el estudio de Herron et al. (2009), el 25% de los perros que han recibido este tipo de manipulación han reaccionado de manera agresiva. Además cuando se utiliza de esta manera el simple hecho de sacar el bozal para castigar al perro puede desencadenar una reacción agresiva por parte del perro.
- Confiar al 100% en el bozal: el bozal se puede romper o estar mal colocado y el perro se puede encontrar sin bozal justo en el momento menos oportuno. Tener el perro atado puede ser un buen plan B para los momentos críticos.
- Dejar al perro con bozal y sin supervisión.
#3 Pasos para poner un bozal a tu perro
A la hora de poner un bozal a tu perro se recomienda ir acostumbrándole poco a poco desde pequeño, para que, en el transcurso de su crecimiento, se familiarice y le sea más agradable su utilización. Un buen truco para facilitar la colocación del bozal es darle una golosina o algo de comida, pero sin dárselo directamente. La colocas a cierta distancia, para que meta el morro en el bozal. La introducción del bozal se debería dividir en ciertos pasos importantes.
- Mostrar al perro el bozal, dejar que se acerque y lo huela y entregarle enseguida un trocito de comida sabrosa.
- Guiarlo para que coloque el hocico en el bozal siguiendo un señuelo de comida, que se puede colocar en el fondo del bozal.
- Aumentar el tiempo durante el cual el perro tiene que mantener el hocico en el bozal para recibir un premio en comida. Para esta fase es importante poder dar premios al perro mientras tiene el bozal puesto. En la mayoría de bozales esto es posible a través de la parte delantera del bozal. Sin embargo en algunos casos, hay que hacer un pequeño arreglo al bozal (hacer un pequeño agujero delante) para poder seguir dando premios al perro y aumentar así la duración del ejercicio.
- Mientras el perro tiene el hocico en el bozal, acercar las cintas que sirven para atar el collar a la parte trasera del cuello pero sin cerrarlas, premiar y quitar el bozal.
- Repetir lo mismo que antes pero en este caso cerrar las cintas detrás del cuello del perro, premiar y quitar el bozal. Al principio las cintas deben estar un poco “sueltas”: a medida que el perro se ha acostumbrado a llevar el bozal, se pueden ir acortando las cintas hasta que el bozal esté bien colocado.
- Aumentar de forma progresiva el tiempo durante el cual el perro tiene el bozal puesto.
- Cuando el perro ya tolera llevar el bozal, hay que acostumbrarle a moverse llevándolo puesto.
- El paso siguiente es poner la correa y realizar desplazamientos dentro de casa.
Si todo esto ya está listo y el perro tolera bien el bozal, es hora de repetir los ejercicios en la calle. Cuando se cambia de lugar, siempre es buena idea repetir los pasos del entrenamiento realizado en casa. Esta vez será todo mucho más rápido y nos aseguramos de que el perro siga teniendo una buena asociación con el bozal. A partir de este momento la idea es seguir manteniendo la asociación positiva entre el bozal y estímulos agradables como una comida sabrosa, un juego divertido o un paseo agradable.
#4 Errores comunes a la hora de colocar el bozal
En el proceso de habituar a bulldog francés o cualquier otra raza de perro a acomodarse al bozal se pueden cometer errores, que pueden acabar en cabreos o incluso mordiscos. Para ello, te mostramos los fallos más habituales.
- Acercar el bozal al hocico del perro: lo que se intenta conseguir es lo contrario, es decir se intenta conseguir que el perro colabore activamente y acerque él mismo el hocico al bozal.
- Forzar al perro durante el proceso: si el perro muestra signos de evitación, hay que ir más poco a poco.
- Creer que el proceso ya se ha completado y se puede salir a la calle con el bozal cuando el perro se deja colocar el bozal por primera vez.
- Quitarle el bozal en seguida si el perro intenta quitarse el bozal con la pata: es mejor distraerlo llamando su atención sobre algo diferente, por ejemplo pedirle que haga un ejercicio conocido, y cuando esté distraído, quitarle el bozal y… apuntar mentalmente cuánto tiempo “aguanta” el perro con el bozal puesto. En los próximos ensayos habrá qué tener en cuenta esta información para poder progresar correctamente en el proceso de habituación.
- Colocar el bozal sin ajustarlo bien: el bozal es efectivo solo si es de la medida correcta y si está bien ajustado, con lo cual, si la talla del bozal el correcta, hay que medir bien la longitud de las cintas para que el bozal esté bien puesto. Si no está bien ajustado, con una leve presión saldrá de su posición.
Elige y compra el bozal idóneo para tu perro
Como habrás podido leer, el bozal es un accesorio primordial para cualquier dueño de un perro, ya que, en muchos casos, la ley obliga a que ciertos lugares tus perros lleven bozal, ya sean perros peligrosos o no, ya que no dejan de ser animales y en medio segundo pueden actuar como tal y causar daños a una tercera persona.
Los perros son unos de los animales más fieles del mundo. Sin embargo, se han dado casos de perros que han atacado a sus dueños, por lo que hay que tener mucho cuidado. De todas maneras, en cuanto de fidelidad se refiere, tu perro, a pesar de estas estadísticas siempre será tu mejor amigo y parte de tu familia.
Por ende, tu perro puede ser agresivo o dócil, pero siempre estará para ti. Por ello, no lo lastimes si te muerde o es agresivo, porque para eso se crearon los bozales, para poder llevar a tu fiel amigo a todos los lugares que quieras, con la seguridad de que no causará ningún daño.
2 respuestas
Necesito tener recién ordenanza sobre tenencia de animales, ya que estoy en Málaga y voy a empezar a ir a Madrid cada 15 días en AVE RENFE y no quiero ponerle un bozal, ademas el va como soporte emocional. Me la podrían enviar por favor para leérmela y ver lo que de que no es obligatorio ponerle bozal a los Brancefalicos como mi Bulldog Francés. Help
Hola Miguel,
Gracias por tu comentario. Creemos que ahora mismo para viajar en RENFE o AVE, en viajes de media larga distancia sólo pueden viajar perros de hasta 10kg, y en transportín. Lo del bozal es para el tren de cercanías y el metro en la ciudad. Lo mejor es que contactes con RENFE que son los que mejor te pueden ampliar el tema. Saludos!